Lo más difícil para establecer un negocio en la casa, o para hacer cualquier cosa, es el tomar la decisión de hacerlo. Sin embargo, la vida es una cadena de decisiones. Siempre tendrá que escoger entre una cosa u otra.
Voy a compartir una fórmula para emprender nuestros sueños en la vida.
Esa fórmula es bien sencilla, sólo tiene cinco pasos y van en este orden:
Esa fórmula es bien sencilla, sólo tiene cinco pasos y van en este orden:
1. Creer en Dios
2. Decidir
3. Hacerlo
4. Evaluar y corregir
5. Seguir haciendo
Para lograr algo en esta vida, ante todo, hay que tener fe en Dios. El paso 1, es que debemos creer con todo nuestro corazón que Dios nos va a ayudar. Luego, tomar la decisión y, finalmente, hacerlo. Parece simple, ¿verdad?
Sin embargo, el más difícil de los pasos es el segundo: "decidir". A menudo, pasamos meses y años pensando hacer algo.
Si la decisión se relaciona con la idea de crear un negocio, a veces dejamos pasar el tiempo, dándole largas al asunto.
Luego de "decidir", viene el paso de "hacer". Si llegamos a este 3er paso, estamos en el momento de ejecutar la decisión, de actuar, de hacer y accionar, ya hemos perdido el miedo y seguimos adelante en el plan.
La fórmula continúa con el paso 4, que consiste en:
- Evaluar lo que hacemos y decidir si se están obteniendo los resultados deseados. También corregir todo lo que estamos haciendo incorrectamente.
- Después de corregir toda la situación , pasaremos al 5to paso: "Seguir haciendo". Rara vez se consigue el éxito haciendo algo una sola vez o por corto tiempo.Continué hacia adelante, persevere hasta lograrlo, ya que como cristianos podemos creer a lo que la Biblia dice: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13). Si Dios le está llamando para que trabaje su propio negocio como parte de los planes y propósitos que Él tiene para su vida, absolutamente nada impedirá que usted sea exitoso.
Según los estudiosos del tema, cualquier situación en la que estemos es resultado de lo que hemos hecho o dejado de hacer, durante los pasados 5 años. Tal vez permanecimos demasiado tiempo en un empleo de bajos ingresos, donde no había posibilidades de crecimiento. Probablemente no nos ocupamos a tiempo de buscar otras alternativas. Quizás cuando teníamos el tiempo o la libertad personal, no aprovechamos para estudiar una carrera o profesión, y ahora estamos casados, con hijos a quienes mantener. Quizás usamos demasiado las tarjetas crédito. Posiblemente acabamos de llegar al país, y lo que sabíamos hacer en el nuestro, no lo podemos hacer aquí por no tener la licencia requerida. En fin, llegamos a una crisis financiera personal que se complicó con el cuadro económico nacional.
En cualquiera de estos casos, queda un camino: ganar dinero desde la casa. Si todavía tiene dudas, vuelva a mirar a su alrededor. Nadie tiene su empleo seguro, si es que lo tiene.
Bajo estas circunstancias, es una gran opción crear un negocio que se pueda operar desde la casa, aún para aquellos que están empleados. La persona podría hacer crecer el negocio poco a poco, ya sea sola o con la ayuda de su cónyuge, y tenerlo como un paracaídas de emergencia si algo sucede con su empleo actual. Como dice un viejo refrán: "Más vale precaver que tener que lamentar".
Recuerde: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13).
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