Comparaciones
Se acusa a Instagram de ser la mejor herramienta para crear una vida perfecta que está muy lejos de ser real, o por lo menos de contar la verdad completa; una red social que sacrifica la sinceridad para darle lugar a la popularidad. Algunas personas siguen secretamente a otras porque las admiran, pero hay otro grupo de personas que, lo que hacen es espiar a quienes odian y su pasatiempo es llenarse de envidia e incluso decir cosas que no se atreverían a decir de frente. ¿Por qué nos cuesta tanto aceptar el éxito de otros? Si lo que muestran no es verdad, Dios lo sabe y ese no es un asunto nuestro. Las comparaciones son destructivas, y en lugar de obsesionarnos con descubrir quién es un impostor y quién no lo es, debemos trabajar en nuestro corazón.
Agradecido con lo que eres
Lo que importa es que cada uno de nosotros debe aprender a estar agradecido con lo que es, sólo así dejará de ver lo que otros tienen para enfocarse en lo que Dios le ha dado. Aunque Instagram no es la vida real, sí son reales los sentimientos que despierta en nosotros. Por eso si las redes sociales está generando una herida en nuestro corazón, si está distanciándonos de Dios, haciéndonos creer que El tiene favoritos, es el momento de dar log out (cerrar sesión) y buscar a Dios que lo llena todo en todo.
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