Leer: Filipenses 4:6 “No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo.”
Después de leerlo varias veces comprendí que yo estaba preocupado por TODO y no tenía la paz que necesitaba y que mi mente y mi corazón estaban desprotegidos.
¡Pero claro! Simplemente no estaba poniendo en práctica este consejo de La Biblia. Así que, comencé a analizar el versículo. Mis ojos de inmediato se enfocaron en las dos palabras opuestas en el texto, nada y todo.
Me dirigí al diccionario a buscar los significados de ambas palabras:
Después de leerlo varias veces comprendí que yo estaba preocupado por TODO y no tenía la paz que necesitaba y que mi mente y mi corazón estaban desprotegidos.
¡Pero claro! Simplemente no estaba poniendo en práctica este consejo de La Biblia. Así que, comencé a analizar el versículo. Mis ojos de inmediato se enfocaron en las dos palabras opuestas en el texto, nada y todo.
Me dirigí al diccionario a buscar los significados de ambas palabras:
- Nada – ninguna cosa
- Todo – totalidad
Llegué a la conclusión de que nada es nada y todo es todo.
Dios estaba diciendo a través de La Biblia, “No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo.” Pero yo estaba haciéndolo al revés: ¡Estaba preocupándome por todo y orando por nada! Tremenda cachetada bíblica que recibí en aquel momento…
Una vez comprendí este mensaje de Dios a través de La Biblia; comencé a meditar y a preguntarme, ¿estoy orando por todo?, ¿estoy preocupándome por nada?
Hoy en día la paz de Dios esta presente en todos aquellos que oramos por TODO, y nos preocupamos por NADA porque confiamos en El y seguimos siendo agradecidos.
Te invito a que tengas una relación con Jesús y hacer esta oración de entrega;
Señor ayúdame a vivir enfocado en ti y a comunicarme contigo siempre, a dejar mis preocupaciones sobre ti y a ser agradecido no importa la situación por la que esté atravesando, confió en Ti.
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