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Siembra y cosecha

Oíd: He aquí, el sembrador salió a sembrar. (Marcos 4:3)

A veces las semillas que tratamos de plantar no caen en buena tierra.
A veces compartimos el mensaje con personas que tal vez no les importe en lo más mínimo mejorar su vida porque piensan que se encuentran bien.
A veces nuestras semillas caen sobre las piedras, estas son las personas que le echan la culpa de todo a Dios. 
A veces nuestras semillas caen sobre los espinos, esta es la gente que la codicia no les permite dedicar su tiempo a Dios. Sus ojos y oídos están embotados. Algunos no están listos para responder al mensaje que Dios les está dando, otros prefieren no conocer la verdad.

Pero no desmaye. Siga sembrando la buena semilla, caiga donde caiga. 
Tal vez el viento arrastre las semillas que usted ha sembrado y lleguen a caer en buena tierra. Entonces, se gozará con aquellos que le entregan su corazón a Jesús.

Pídale al Señor que le siga usando en su sembradío.



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